Cómo las políticas mineras apoyan la conservación del agua en Panamá

Tanque para recolección de agua de lluvia de Cobre Panamá.

Las políticas mineras y ambientales buscan equilibrar la explotación de recursos minerales con la conservación del agua, un recurso vital para Panamá. 

En consecuencia, la industria minera ha orientado sus operaciones en función de la protección del recurso hídrico, a través de diversas estrategias:

1. Evaluación de Impacto Ambiental (EIA)

  • Antes de iniciar cualquier actividad minera, las empresas deben presentar una Evaluación de Impacto Ambiental que incluye un análisis detallado sobre los posibles efectos de la minería en los cuerpos de agua cercanos. Esto asegura que se identifiquen los riesgos y se propongan medidas de mitigación.

2. Cumplimiento de estándares de calidad de agua

  • Las operaciones mineras están obligadas a cumplir con estándares nacionales e internacionales de calidad del agua, tanto para la descarga de aguas residuales como para la gestión de escorrentías. Esto minimiza la contaminación de ríos, lagos y acuíferos.

3. Planes de manejo del agua

Las concesiones mineras incluyen un plan de manejo de agua que contempla:

    • Recirculación del agua en los procesos para reducir el consumo.
    • Sistemas de tratamiento de aguas residuales antes de su liberación al medio ambiente.
    • Monitoreo constante de la calidad del agua en áreas cercanas a las operaciones mineras.
    • Recolección y uso mayoritario de agua de lluvia para la extracción y procesamiento de minerales.
Río San Juan ubicado en Coclesito, provincia de Colón.

4. Protección de zonas sensibles

  • Existen restricciones para actividades mineras en áreas protegidas, cuencas hidrográficas críticas y zonas cercanas a fuentes de agua potable, como las que abastecen al Canal de Panamá.

5. Reforestación y rehabilitación

  • Las leyes exigen que las empresas mineras implementen planes de reforestación y restauración ecológica una vez que concluyen sus actividades, para recuperar los ecosistemas que ayudan a mantener el ciclo hidrológico.

6. Supervisión, monitoreos y auditorías 

  • La minería, enfocada en la responsabilidad socio-ecológica, permite la acción de grupos que estudian y supervisan la calidad de las aguas de ríos y quebradas circundantes a sus instalaciones. De esta manera, diversas pruebas son realizadas de manera independiente y son evaluadas de forma objetiva para una mayor transparencia. Estos grupos, en su mayoría conformados por comunitarios, vigilan desde la contaminación por metales pesados o productos químicos hasta la presencia y comportamiento de la vida marina en estas fuentes de agua naturales.

Para la industria minera en nuestro país, el fortalecimiento de la supervisión y la participación comunitaria son clave para garantizar que la minería no ponga en riesgo los recursos hídricos de Panamá. Con transparencia e innovación, el compromiso se extiende más allá de la minería: es una alianza con nuestra gente.

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